Hoy me ha llegado una carta, de la cual aún no me acabo de recuperar. No, no es una carta de desahucio, ni tengo cuentas pendientes con ningún sicario Colombiano. Se trata de mi perro, no es que sepa escribir, sino que la carta venía a su nombre. Con una rápida agilidad mental he barajado las posibilidades de que el can se comunique por correspondencia, o bien se haya abierto una cuenta bancaria sin mi permiso...
Me he decidido y he abierto la extraña nota... ¡La veterinaria! comunicando la vacunación de mi querida mascota, hubiera preferido que se escribiera con el pastor alemán de la vecina, fuera de sus asuntos bancarios e incluso el desahucio. Pero no, hay una experiencia traumática para perro y dueño que se repite una vez al año.
Una vez estoy enterado de la notícia miro al animal acostado ageno a la desgracia inminente, lo despierto con la carta en la mano y automáticamente intenta quitarse la vida mordiendo el cable del televisor, sin éxito.
En cuanto entro a la consulta esquivando pseudo-perros chillones me está esperando la doctora house con la misma simpatía que acostumbra a tener.
- Pasa - me dice, como si me acompañara a la cámara de gas-
Me acerco a la camilla metálica y coloco al perro - ya en shock- encima.
- Vómitos, diarrea, arritmias, erupciones, disnea - me espeta, mientras carga la jeringuilla-
Intento meter un no en su lluvia sintomatológica.
- Aguántalo - me pide-
- ¿Así?
No dice nada así que imagino que la respuesta es positiva
- Cógelo mejor hombre, que quieres que vacune al perro o a ti?
Con las manos temblorosas intento modificar la manera de sujetarlo para evitar ser vacunado del moquillo. Una vez acaba la técnica observo que se dispone a coger el fonendoscópio, Por lo que modifico por segunda vez la menera de sujetar al can para evitar la mirada asesina de la simpática doctora.
Una vez determina que la sístole-diástole están en ordén me mira con rabia por no haber detectado ninguna patología terminal al indefenso perro y se despide con una especie de ladrido, la veterinaria, por supuesto.
Qué vida más perra.
4 limones han dicho...:
Me alegro un montón de que en vez de ir a Sálvame te hayas decidido por escribir en un blog...
Seguiré tus nuevas entradas...he pasado un buen rato con lo leído y no es cuestión de desperdiciar los buenos momentos!!!
¡Mi primer comentario! uf, me parece que estoy hiperventilando. Gracias, el seguimiento será mutuo ;)
Me ha gustado la entrada. Bastante entretenida. Te sigo. :)
Gracias!, ahora me voy a inspeccionar tu blog :)
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