AQUELLA, LA OTRA Y EL ESPÍRITU SANTO.

Llevo días avisándolo, se acerca la navidad y con ella los líos familiares y las organizaciones festivas. Yo mismo me encuentro entre aquella y la otra a la hora de decidir donde celebrar la dichosa noche buena.

Mi tía llamando: Hola, qué tal, como va todo, tu madre bien?
- si, si tod...
- Llamaba para ver si os veníais para noche buena, porque claro como hay que avisaros con tanta antelación para veros jojojo (en estas fechas se ríe como papá noel).
- Hombre si se puede evitar Si, claro. Como no vamos a querer ir contigo. En principio no hay ningún...
- Vale, pues cuando vayas a casa de tu madre se lo dices a ver que le parece, no sea que quiera ir con aquella (aquella, es mi otra tía con la que mi primera tía no se habla desde hace unos 5 años debido a unas disconformancias en cual de las dos robaba el dinero de mi abuela).
- Vale, yo se lo digo pero...
- Muy bien pues que me llame y me diga algo. Que si quiere ir con aquella yo no me enfado, ¿eh? si queréis comer una mierda, claro... jojojo.
- Anda, dejaros de tonterías y juntémonos...
- ¿¡tonterías!?, que las 20.000 pesetas que tenía tu abuela guardadas en el armario desapare...
- Bueno, vale. No he dicho nada. Adiós.

Esta llamada la recibí este miércoles, por lo que llamé a mi madre para sincronizar agendas navideñas. Estaba todo más o menos unido, con los primos para san Esteban, familia política para navidad, fin de año con los amigos... Pero aquella (la tía que le robaba el dinero a mi abuela según mi otra tía) aún no se había pronunciado. Hasta ayer que nos la encontramos en el carrefú.


- Hombre dichosos los ojos -nos suelta a mi madre y a mi en la sección de congelados.
- Pues si, también es casualidad.
- Bueno no decís nada o qué?
- Ah, si. De navidad, claro. Qué día te va bien que nos juntemos?
por favor que no diga noche buena, por favor que no diga noche buena.
- Tengo todos los días concertados. Navidad en casa de mi hija Claudia, san Esteban con mi Jorge y los demás días me voy fuera... Noche buena.
mierda.
- ah, pues hay...
- Qué pasa, ya habéis quedado con la otra y no queréis cenar conmigo, ¿no?. Aquí cada uno es libre de hacer lo que quiera, pero vaya noche buena vais a tener con la otra. - dice mientras aostia el carro de la compra.


Llegados a este punto intento pensar una estrategia que nos haga salir airosos de tal situación. Pero mi madre se adelanta.

- Y por qué no nos juntamos todos?.
- A que te refieres con ¿todos? - dice mi tía un poco colorada.
- Pues tú, yo y la otra.
El color rojizo que mostraba su cara cambia a magenta cual tomate medio podrido.
- ¿Que yo celebre la noche buena con la otra? ¡JA!, tendría que estar borracha, senil y ciega para acercarme a su casa. Vamos que antes me voy a cenar con el monstruo de amstetten!. - chilla al borde del ictus.
- Pues sería buen momento para reconciliaros, ¿no? -refuerzo la propuesta de mi madre.
- Qué parte de borracha, senil y ciega no has entendido?.

Así que gracias a la ley de Murphy tengo a dos tías enfrentadas demandándome de mi presencia en noche buena sin poder cambiar el día del encuentro ya que tienen todos los demás "cogidos".

5 limones han dicho...:

Lo que diga el espantapájaros dijo...

Pues yo no iría a cenar con ninguna de las dos, por cafres y cabezonas. Y por no importarles estar partiendo a una familia por culpa de sus malentendidos. En fin... Los hermanos de mi padre tampoco se hablan entre ellos. Pero nosotros nunca hemos tenido este problema porque uno vive en Extremadura, otro en Barcelona y mi padre en Asturias. Así que para las fiestas cada uno en su casita. Estas cosas me parecen vergonzosas, la verdad. Un hermano es un hermano. Y punto!

Gata dijo...

Bufff, qué mal rollo.... Es lo que tienen las cenas y comidas navideñas, que toca juntarse, sí o sí (esa frase odiosa... ;)), aunque la gente no se soporte y no se hable el resto del año.
Pero estoy con Lo que diga el espantapájaros: yo no iría con ninguna de las dos, pero ni de coña. Si no se hablan y siguen enfrentadas por 20.00 pesetas de mierrrda, qué poquita catadura moral y talla personal tienen. Que son hermanas, coño!!! Con los problemas realmente gordos que hay en el mundo y que, por 20.000 cochinas pesetas (que eso multiplicado por 5 se lo van a gastar en estas fiestas entre regalitos, langostinos Pescanova y demás gilipolleces) tengan a la familia dividida y obligando a la gente a tomar partido.... Vamos, yo pasaría tres kilos de cenar con gentuza así. Lamento ser tan clara, porque son tus tías, pero han demostrado ser unas egoístas de talla mayor.
Qué triste que pasen estas cosas y que hermanos no se hablen por el puto dinero.

En fin... la sangre me hierve con estas cosas.
De todas formas, te deseo una muy feliz Nochebuena, la celebres con quien la celebres. :)
Un beso!

limón dijo...

Espantapájaros: Yo vivo entre Barcelona y Tarragona pero mi madre y sus dos hermanas viven en el mismo pueblo y "la otra" y "aquella" se encuentran día si y día también y no se dicen ni mu. Me parece que lo más práctico será hacer la noche buena en casa y que venga quien quiera.

Gata: Totalmente de acuerdo. El orgullo se puede tener con una amistad, pero con la familia aveces hay que tragárselo, al fin y al cabo es lo único que queda con los años. Gracias, ya veremos si nos comemos las gambas sin percances ;).

Muaks y muy buen inicio de semana!

Amaranta dijo...

Ozú, Limón, que lío. Mira que no tener en cuenta Aquella y La Otra la posición en que colocan al resto de la familia... Ofuscarse en la propia inquina es lo que tiene; haz convocatoria única a t'ol mundo y que venga el que quiera y el que no, que le den. Besos.

limón dijo...

Hay gente que no ve más allá de su ombligo... Haremos jornada de puertas abiertas y que venga quien quiera ;).

Muaks!