Ésta semana ha sido caótica, ayer mi abuelo diría que no se aguantaba ni los peos, yo seré más fino y diré que estaba muy cansado.
Ayer por la tarde, a eso de las 8:30 p.m. estaba saliendo por la puerta de urgencias y a cada paso que daba empezaba a llover más fuerte, he dicho que no llevaba paraguas?.
Mientras me cagaba en san pedro, los apóstoles y todos los dioses del limbo llego al metro cual rata remojada.
18 paradas en metro de pie más otras 21 paradas en tren me acercan a mi destino final. "para cuando me baje ya habrá acabado de llover, no puedo tener tan mala suerte...".
Pues ahora no solo llovía, sino que caían rayos, truenos y demás lindeces meteorológicas, así que salgo corriendo de la estación pensando que por el hecho de ir más rápido evitaría mojarme y, más importante aún, acabar fulminado por un rayo.
Llego al bloque más mojado que el sobaco de Falete. Y me encuentro con una parejita la mar de feliz esperando el ascensor, y con paraguas.
- Hola, buenas noches - les digo mientras me seco la frente con la bufanda.
- Hola - La tía se gira, para no reirse en mi cara, imagino.
Entramos en el ascensor.
- Bueno, hoy ya no hace falta que te duches juaaaas juassss - me dice el gracioso de mi vecino.
- je, je.
LLEGUÉ!!. Y esa es mi cuartada para que no encendiera el ordenador ayer.
Pero volvamos a mi vida hospitalaria.
Tengo dos enfermeras asignadas, una del turno de lunes (supernurse) y otra del turno de martes (Emywinehouse). Pues supernurse el lunes estaba en Cadaqués, así que en cuento llego ya estaba el supervisor de planta esperándome.
- Hola buenas tardes que guapo se ha levantado hoy.
- Hola Limón, te he de pedir un favor. Te ves capaz de llevar el ruedo ( a una parte de urgencias la llaman el ruedo, luego sabréis porque) tú solo?
- Yo solo??, y una mierda! Si, claro, como no.
Así que entro en el ruedo, que es como un comedor gigantesco rodeado de boxes y camillas en cada rincón. En cuanto entro cojo las hojas de enfermería para ver si algún enfermo tiene posibilidades de diñarla, y si, hay más de uno que tiene unos cuantos boletos. Voy a cada habitación a cambiar medicaciones terminadas, a poner vías que se salen, a calmar familiares histéricos... Hasta que irrumpe en el ruedo el terror de las nenas. El doctor maxilofacial, y más importante aún, Argentino.
En cuanto llega puedo ver como una auxiliar se tropieza y casi se cae de morros, las de la limpieza tienen la necesidad de limpiar por dónde él pisa... Pero el doctor no precisa de ninguna de ellas, precisa de mi.
- Ché, vos soys enfermero verdad?
- Acertaste boludo! Si, dígame doctor.
- Vamos a cortar la hemorragia de esa señora, viste?
Para no verla, la mujer se ha roto una parte de la mandíbula y escupe sangre por todos lados.
El médico me pide cosas que ya de por si, cuesta entender el nombre. Pero si te lo pide un argentino la cosa se complica.
- Me traés, alginto platado (alginato de plata), paño desinfectado (talla estéril) y anestesia local, ¿entendiste?
- Lo último si. Si, ahora vengo.
Voy corriendo al almacén para que no piense que no se dónde están las cosas y me armo de todo lo que me ha dicho en menos que canta un timbre.
Cuándo entro a la habitación el doctor está explicando el procedimiento a accidentada y familia, pero me parece que no le escuchan con atención, "es que tiene unos ojazos". Después de acabar la charla les pido a los familiares que salgan de la habitación, y me empiezan a pitar los oídos...
Ya habiendo preparado todo el material encima de la pobre mujer, observo anonadado, que el doctor no lleva guantes, ¿se manchará de sangre sus preciosas manos?, no, me las mancharé yo.
- Enfermero, siga mis indicaciones.
- 0_o'
- Me oyés?
- Si, dígame.
Estoy como media hora escuchando como el melenas del doctor me dice lo que tengo que hacer hasta que la señora deja de sangrar. Vuelvo a recoger todo lo que YO había preparado y oigo como el doctor dice a los familiares.
- Ya he conseguido parar el sangrado, luego vendré, entendieron?
- Sssiii...
Ahora le pitarían los oídos al doctor, de eso me encargaría yo el resto de la tarde.
Una vez he vuelto a revisar que todos mis pacientes siguen marcando las constantes me dice la auxiliar que hay que sondar a un señor de 84 años.
Voy con ella y me pongo los guantes estériles, cosa que me inhabilita para tocar cualquier cosa no estéril, por lo que la auxiliar me va pasando las gasas, la talla estéril, la sonda, lubricante...
- Hola, señor martínez, mi compañera y yo le vamos a sondar para que pueda orinar.
La auxiliar destapa el asunto y, Houston tenemos un problema, el asunto del señor es un asuntillo por lo que mi habilidad para sujetar algo inexistente se hace patente.
Cuatro minutos después de calibrar la manera de introducir la sonda conseguimos introducirla.
- Te abrazaría, si no estuvieras estéril - me dice la auxiliar.
Me siento en el control de enfermería a mirar el feisbuk y por un momento pienso, mirar éste blog. Voy escribiendo: limónconblog.blogs...
- Limón las dietas.
Y limón cierra las páginas y se va box por box a mirar que pacientes son diabéticos, intolerantes a la lactosa, hiposódicos, hipoglucémicos... Hay de todos los gustos y sabores, oiga!.
Mañana seguiré informando... ;)